Un combatiente ucraniano ahogado en lágrimas se queja indignado por haber sido abandonado en el frente de batalla como carne de cañón. Él y sus compañeros se quedaron defendiendo la ciudad de Lisichansk mientras la mayoría de las tropas ucranianas huyeron de la urbe llevándose prácticamente todo el equipo militar.
Fuente: Agencia internacional Sputnik